A finales de agosto de 1928, hizo un
segundo viaje a Buenos Aires, donde escribe numerosas páginas sobre el hombre argentino y americano. Invitado por la Sociedad de Conferencias
bonaerense, y patrocinado por el diario La
Nación impartió cinco conferencias, el curso “Meditación de nuestro tiempo. Introducción
al presente” y un curso de cuatro lecciones en la
Facultad de Filosofía y Letras: “¿Qué es la ciencia, qué la filosofía?”.
"La ausencia de presiones, de problemas, apagaría nuestra vida, porque es verdad que muestro vivir es un constante aceptar de heridas, y un responder enérgico a esta benéfica vulneración. Ni un individuo ni un pueblo puede vivir sin problemas, al contrario, todo individuo, todo pueblo, vive precisamente de sus problemas, de sus destinos".