martes, 8 de noviembre de 2011

De "Notas de Berlín" (El Imparcial, 13 de noviembre de 1905)

El 9 de abril de 1905 se inscribe en la Universidad de Leizpig, donde no encontró la enseñanza que buscaba. Envía varios textos con vistas a su publicación en El Imparcial  y Blanco y Negro como fuente de ingresos para aliviar el gasto que suponía a su familia su estancia en Alemania.

"Alemania es hoy la primera nación en el movimiento económico, pero sus hijos estudian en los gimnasios seis años de latín.

Hasta que no sea llegado el claro día de primavera en que los publicistas y los oradores de café, los señores diputados y los arbitristas de afición se convenzan de que la cultura es algo que hay que tomar totalmente, y que es imposible y estéril fraccionado, nada se habrá hecho firme en la cien veces comenzada peregrinación regeneradora. Hoy está de moda en España una informe y vaga cosa llamada "practicismo", que consiste en declarar panacea unánime la enseñanza técnica e industrial, y en protestar de dos míseros cursos de latín que se estudian o, mejor dicho, que no se estudia en los Institutos.

El emperador Guillermo II se hace hoy explicar el último invento mecánico, pero mañana hace llamar a un profesor orientalista para que le ponga al corriente de las últimas excavaciones realizadas en tierra de Mesopotamia por la Sociedad Asiriológica de Berlín.

La civilización, la cultura, es una e indivisible, y aquel país inventará y poseerá mejores máquinas donde mejor se comenten las Analíticas de Aristóteles."

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