martes, 17 de abril de 2012

De "Glosas a un discurso" (El Imparcial, 11 de septiembre de 1908)

"Es muy hacedero y muy divertido cuando no se tiene una noción rígida de la responsabilidad intelectual decir lo primero que hallamos flotando sobre la superficie del alma, resto carcomido de nuestros íntimos naufragios espirituales. Hay gentes de tan paupérrimo carácter, que sólo a fuerza de negaciones logran delinear su fisonomía y que necesitarían para descollar meter bajo tierra el resto de sus conciudadanos; Luzbeles de toda honra, a los cuales podría describirse del modo que Milton, al primitivo, alzándose sobre el infierno como una torre en el desierto. Las costumbres actuales -ha dicho Sabatier no hace mucho- nos habitúan a ver agruparse nuestros contemporáneos, más bien conforme a sus odios, que conforme a sus aspiraciones. Esta necesidad de ser un Contra-alguien o un Contra-algo es acaso el rasgo más miserable de las tendencias contemporáneas".

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