"Es frecuente que un señor diputado, constreñido a a hablar de un asunto, no se contente con propalar su ignorancia respecto a él, sino que en digresión, en incisos, se adelante a hacer ligeras incursiones en materias de que no se disputa, que no se hallan en el orden de ningún día, y vuelve de ellas cargado con alguna profunda inepcia".
No lo entiendo. ¿Quiere esto decir que, entonces como ahora, las disgresiones de nuestros políticos no son fruto de un sesudo análisis de la situación, de un generoso intercambio de opiniones con otros, de un aperturismo del intelecto dispuesto a aprender de todos y cada uno; de una reflexión profunda, tanto como el amor a la patria, de un desprendimiento y generosidad encomiables? ¿Quiere esto decir que dicen lo primero que les pasa por las mientes aunque su intelecto no haya alcanzado el punto de activación necesario? He quedado en estado de absoluta estupefacción y abatimiento. No podía ni imaginarlo.
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