martes, 6 de noviembre de 2012

De "Ni legislar ni gobernar" (El Imparcial, 25 de septiembre de 1912)

"No hay hombres lo bastante competentes para hacer buenas leyes constructoras ni entre los políticos ni fuera de los políticos. Puede, sin duda, pensarse lo contrario, pero déjeseme en libertad para pensar así, déjeseme decir que lo peor que podía en la presente hora acontecer a la enseñanza es que se hiciera una gran ley de enseñanza.
No se engañe a la nación por cierto hábito infame de deslizar el pensamiento a lo largo de retóricas pendientes, de culpables patriotismos, de temor a pasar por petulante o agresivo. Las leyes necesitan hombres para hacerlas bien y hombres para servirlas bien: unos y otros son sólo excepciones venerables en nuestro país".

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