martes, 11 de marzo de 2014

De "La vida en torno" (Tres cuadros del vino), 1916

"Las gentes frívolas piensan que el progreso humano consiste en un aumento cuantitativo de las cosas y de las ideas. No, no; el progreso verdadero es la creciente intensidad con que percibimos media docena de misterios cardinales que en la penumbra de la historia laten convulsos comno perennes corazones. Cada siglo, al llegar, trae apercibida una sensibilidad peculiar para algunos de estos grandes problemas, dejando a los otros como olvidados o acercándose a ellos toscamente".

1 comentario:

  1. ¿A quién importan, de verdad, los grandes problemas? Hemos cambiado la sensibilidad por la sensiblería superficial sobre lo pequeño y sobre lo grande minimizado por nuestra incapacidad para profundizar o por la dejación y la abulia intelectual.
    Buscamos solución a las apariencias, a lo inmediato y nos desentendemos de las causas o los efctos que se encuantran en lo más hondo.¿Las causas de la guerra? ¡Qué más da! Lo importante es que se acabado ¿no? Pues Hala: nos vemos en la siguiente.

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