lunes, 16 de enero de 2012

De "La reforma liberal" (Faro, 23 de diciembre de 1907)

"Las palabras son huecos para los pensamientos, cápsulas sonoras donde se guarda el huevecillo del concepto, el germen racional. Nosotros tomamos de fuera las cápsulas, pero vacías: luego, atropelladamente, las henchimos con lo primero que hallamos a mano. Así ha ocurrido con la palabra Libertad: se la ha reducido a la significación de tolerancia, y en la tolerancia hemos imbuido después un sabor de complicidad. Pues qué, ¿va a ser este vago contenido de Libertad-Tolerancia lo que caracterice al liberalismo? ¿Para nada más hondo y genuino está ahí? La tolerancia no es renuncia o apartamiento de la lucha, sino la sutilización de ésta, la pulimentación y legalización de las armas de combate. Por ella las divergencias entre los hombres se elevan a discusiones científicas; por ella se evita la destrucción de las condiciones materiales necesarias para que cada cual pueda seguir sustentando su opinión. Y no viene a ser otra cosa la tolerancia que una proyección en lo político de aquella cualidad individual que llamamos buena educación".

2 comentarios:

  1. Jose Antonio Enrique Jimenez17 de enero de 2012, 20:57

    Como sabio que era, debía de conocer las teorías lingüísticas que tanto Saussure como Peirce, muertos en 1913 y 14 respectivamente, habían desarrollado sobre el signo lingüístico. Aunque el famoso es Saussure, haré referencia a la teoría de Peirce por acercarse más a mi reflexión. Según este,el signo lingüístico es una entidad de tres caras: el referente, el significante y el significado. El referente es el objeto real, al cual hace referencia el signo. El significante es el soporte material o sustancia, lo que captamos de acuerdo a los sentidos. El significado es la imagen mental que se forma en el signo (concepto/abstración de ese algo). Una vez expuesta esta quiero entrar a mi reflexión. ¿Cual sería en este pensamiento de Ortega el referente de la palabra libertad?¿cual la libertad real?. Cuando encontramos defectos en el uso que por ahí se hace de esta palabra, enseguida intentamos acudir a una verdad objetiva según la cual existiría un concepto puro cual ideas platónicas, un concepto que nos permitiría legitimar o invalidar esta o aquella definición que en cada momento histórico se quiera dar a la palabra libertad. El mismo Ortega debe de tener su concepto por el cual hace esta reflexión sobre el intento de dejar a la libertad reducida a tolerancia. Yo creo que esta palabra es muy dada a reduccionismos, provocados de forma consciente por un motor muy humano de la conducta: el interés. Pongo un ejemplo, a los republicanos de Estados Unidos les gustaría esta definición de tolerancia, ya que su interpretación favorece la intervención mínima del estado en la vida social, ¡y así les va en su sistema de salud!, eres libre de morirte o de pagar un seguro médico; ¿que no puedes pagarlo?, pues a morirse con toda libertad. Por ello Ortega termina identificando tolerancia con buena educación en una dialéctica entre personas, en un luchar por encontrar soluciones conjuntas. La libertad no puede ser asepsia del otro, la libertad es roce y en el roce nos damos cuenta de que ni somos más ni menos, sino respetables, con derecho a existir en mínimas circunstancias, y mientras eso no sea posible para todos, mi libertad puede ser a costa de otros.

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  2. El caso es que libertad no es tolerancia, y tolerancia no es mirar hacia otro lado, o sonreir mientras se mira cualquier canallada. Y libertad ¿qué es? En este pequeño recorrido por Ortega acabaremos encontrando su opinión...

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