martes, 6 de marzo de 2012

De "De re politica" (El Imparcial, 31 de julio de 1908)

"La política significa una acción sobre la voluntad indeterminada del pueblo, no sobre sus músculos, una educación, no una imposición. No es dar leyes, es dar ideales y por ideales no se entienda nada vago y doncellil, sino cualquier mejora espiritual o material de la sociedad, desde la libertad de cultos hasta la revisión del arancel, donde acaso parezca más ideal que aquella como más remota y difícil.
De todo esto resulta que el lugar donde menos quehacer políticos puede haber es el Parlamento; allí no debía irse sino a refrendar la organización del espíritu público realizada fuera. Precisamente para esto se inventó el Parlamento: para que pudiera sin peligro hacerse la política fuera de él, fuera del antiguo Consejo despótico. Parlamento es representación, mero reflejo y sombra de la realidad política exterior. El único lugar donde no está un pueblo es aquél en que está su representación".

1 comentario:

  1. Creo, una vez más, que tiene razón. El problema es que hoy el Parlamento es efectivamente, mero reflejo de lo que hay fuera: falta de ideas e ideales, ansia acomodaticia, subvencionitis mórbida... Otro problema es que en buena parte se ha dejado a los representantes que ocupen sin consecuencias el lugar que corresponde al pueblo, en el fondo es un ejercicio de irresponsabilidad por parte de quienes no ejercemos derechos sino rutinas: ¿a qué control se somete a los representantes una vez que han sido elegidos? ¿Cuáles son las consecuencias, sociales, económicas, judiciales, políticas que sus desmanes les acarrean? Lo de dentro y lo de fuera son lo mismo, no porque de verdad lo sean, sino porque están imbuidos del mismo espíritu agonizante con respecto al bien común, el interés general e ideales más altos, ideales que no proceden ni de dentro ni de fuera.
    Solo se pronuncian soflamas incendiarias destinadas a menoscabar la reputación del otro y soliviantar a las masas, un ejercicio más de irresponsabilidad al que nos entregamos con pasión. De la mejora espiritual no hablamos que me deprimo.

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