martes, 18 de marzo de 2014

De "Ensayos de crítica" (Ideas sobre Pío Baroja), 1916

"Sea hospitalaria nuestra inteligencia y enseñémosla a gozarse cuando a nuestra puerta llama un extraño, un desconocido, una idea o emoción con que no contábamos. Obra sobre nuestro espíritu un terrible poder de inercia, el cual nos induce a contentarnos con el trozo de vida que nos es habitual. A poco que nos descuidemos, esa propensión estadiza y morosa creará en nosotros la firme convicción de no haber más realidad que la presente ante nuestros ojos. De nada, como de esta inclinación, debe desconfiar quien aspire a hacer de sí mismo un delicado instrumento de humanidad".

1 comentario:

  1. ¿Y si en lugar de una inteligencia hospitalaria se tiene un cardo borriquero que desconfía de todo lo nuevo? En realidad esa inercia es el espacio calido seguro y conocido en el cual ya no sobresalimos. Abrirnos a otra realiadad nos obliga a mostrarnos, por eso mismo poco a poco nos vamos deshumanizando.

    ResponderEliminar