martes, 12 de mayo de 2015

De "Anatomía de un discurso" (El Sol, 13 de diciembre de 1918)

"A diferencia de otros compatriotas, no me reconozco el derecho de apasionarse cada cinco minutos. Como los jansenistas pensaban que es irrespetuosa la comunión demasiado frecuente, yo creo que hay, cuando menos, irreverencia en dejarse arrebatar por una pasion cuotidiana. No puedo aceptar, pues, la facilidad con que se declaran ciertos problemas cuestión de sentimientos. La gracia de lo sentimental está en en que da su justa flor allí donde viene a agotarse la razón. Y en estos días en que, con evidente inoportunidad, definen las gentes su vario patriotismo, permítaseme decir que el mío consiste en soñar una España habitada por veinte millones de agotadores de razón".

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