martes, 1 de septiembre de 2020

De "No ser hombre de partido, I" (La Nación, 15 de mayo de 1930)

 "Toda maldad viene de una radical: no encajarse en el propio sino. De ahí que no haya maldad creadora. Todo acto perverso es un fenómeno de compensación que busca el ser incapaz de crear un acto espontáneo, auténtico, que brota de su Destino".

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